Marca o Signo Distintivo

La marca o signo distintivo identifica y diferencia productos y servicios en el mercado. Gracias a las marcas podemos conocer el origen, la calidad o la filosofía que hay detrás de esos productos y servicios. Por tanto, las marcas y signos distintivos juegan un papel crucial en la defensa del consumidor.

Además, estos elementos forman parte de los activos intangibles de cualquier proyecto o empresa. Conocemos como activo intangible a todo ese capital que no se puede tocar, pero que es tan real y valioso como las maquinarias, edificaciones o instalaciones.

Precisamente porque las marcas o signos distintivos juegan esos dos importantes papeles (protección del consumidor y valor añadido de la empresa) el ordenamiento jurídico les reserva un espacio de protección. Es lo que conocemos como Propiedad Industrial.

¿Qué es la Marca o Signo Distintivo?

Una Marca o Signo Distintivo es un elemento que puede representarse de forma gráfica y que permite distinguir un producto o servicio de otros similares en el mercado. Puede estar compuesto por palabras, letras, números, símbolos, dibujos, colores… Incluso puede ser un sonido u olor o la forma o disposición del producto o sus envases.

En definitiva, se trata de un concepto amplio, que solo excluye aquellos elementos que no sean idóneos para diferenciar al producto o servicio. Esto se debe a que el objetivo de la marca es identificar al productor o prestador de servicios.

¿Cuál es el valor que aportan las Marcas o Signos Distintivos?

Dado que las marcas o signos distintivos se emplean para identificar al productor o prestador de servicios, nos permiten asociar elementos corporativos al propio producto o servicio.

Así, la marca vehicula toda nuestra estrategia de branding y comunicación. Permite que el consumidor asocie el producto o servicio a nuestros valores, a un nivel de calidad esperado, a unas ventajas asociadas… De modo que cuando identificamos nuestros servicios imprimiéndoles nuestra marca les aportamos un valor añadido, que no reside de forma natural en el propio producto.

Esta identificación es crucial en la economía de consumo. Y es que los consumidores muchas veces eligen sus compras no por el propio producto, sino por la marca que tienen asociada. Por ejemplo, pueden preferir comprar unos pantalones que lleven un signo distintivo asociado al prestigio o a la última estrella de cine de moda antes que otros sin ese signo, aunque cuesten diez veces menos. De modo que, además del valor corporativo, la marca tiene un valor económico.

Por otro lado, las marcas facilitan la competencia leal en un marco de economía de mercado. Permiten identificar quién es el emprendedor o la compañía que hay detrás de un producto o servicio determinado, lo que aporta transparencia comercial.

¿Cómo puedo proteger mis Marcas o Signos Distintivos?

En definitiva, las marcas y signos distintivos presentan grandes ventajas a varios niveles. Como no podía ser de otro modo, el ordenamiento jurídico nos permite protegerlas.

Para ello debemos cursar el registro en la institución correspondiente. Por ejemplo, en Bolivia se trata del SENAPI, que además nos ofrecerá protección en todos los Países de la Comunidad Andina. También existe la posibilidad de registrar una marca o signo distintivo a nivel internacional.

Al registrar una marca obtendremos ciertos derechos de exclusividad, que nos permitirán utilizarla e impedir que otras personas la utilicen sin nuestro consentimiento e incluso ceder o licenciar su explotación. De ahí que la Propiedad Industrial sea uno de los sectores críticos para cualquier empresa en la actualidad.

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